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El gobernador del cabildo indígena de Colimba, Jackson Cuaspud, dijo que, frente a la posición del Gobierno ante el paro indígena en el Cauca, Nariño decidió unirse. “La situación actual nos ha obligado a tomar medidas y después de una reunión de diferentes resguardos enviamos una comisión a Bogotá para acercarnos al Gobierno, pero lastimosamente estos espacios no se dieron y por tal razón nos unimos a nuestros hermanos del Cauca”, comentó.
De acuerdo con la representante de la Cámara Colombiana de la Construcción, Camacol Nariño, Alejandra Lozano Díaz, en los más de 14 días del paro indígena el sector registra alrededor de $25.000 millones en pérdidas, de cuenta de los costos de mano de obra, además de que han bajado las ventas en las ferreterías cerca del 50% pues los insumos de construcción como el hierro y el cemento no pueden llegar a la región.
El presidente de la Asociación Nariñense de Ingenieros, Nelson Peña Caicedo, aseguró que “en el departamento más de 28 mil personas trabajan en el gremio de construcción y tanto ellas como sus familias se han visto impactadas negativamente”. Además de que se ven comprometidas las entregas de las obras en el tiempo establecido, lo cual conllevaría a multas para los constructores.