La corrupción rampante que acecha la construcción de obras civiles, el menor nivel de ejecución y las dificultades asumidas en los procesos de financiación, fueron los limitantes para esta actividad durante el 2016. Cabe recordar que en este año se experimentó un cambio de mandato a nivel departamental y municipal, afectando la ejecución de proyectos de construcción, y por ende el dinamismo del sector. Siguiendo la tendencia, durante el primer semestre del año el nivel de ejecución no logró despegar, siendo un factor fundamental el menor dinamismo económico del país a razón de su impacto en la generación de empleo. Ante esto, el Gobierno Nacional busca con intensidad lograr más impulsos a la actividad. Sin embargo, los múltiples factores que han limitado el correcto desempeño durante el primer semestre se conservan en gran parte, por lo que el sector continúa viviendo más que nada de las expectativas que lo rodean desde meses atrás.
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De acuerdo con los datos de INVIAS, los contratos correspondientes a la primera ola 4G se pactaron con una tasa de cambio de $2.000 pesos por dólar. No obstante, la moneda local ha sufrido devaluación cercana al 50% frente a este valor, por lo que el Gobierno Nacional se comprometió a asumir el 40% del diferencial de cambio. Sin embargo, el porcentaje restante continúa siendo un costo ampliamente importante que asumen las empresas constructoras, más si se tiene en cuenta que muchas de ellas realizaron la financiación de sus proyectos por medio de bancos extranjeros dada la no capacidad de las entidades locales.
Según la Financiera de Desarrollo Nacional (FDN), a cierre del 2016, 8 de los 32 proyectos (entre la primera, segunda y tercera ola de 4G y las iniciativas privadas) ya contaban con cierre financiero definitivo, estimando que la mayoría de los restantes se logre para el primer semestre de 2017. De alcanzarse esta meta, el 2017 y 2018 serían importantes años para el desempeño del sector, recuperando el terreno perdido durante el 2016.
El incremento en la inversión pública y privada en el sector de construcciones civiles arroja una expectativa positiva, pero no alcanza para aclarar el gris panorama que se vive actualmente. Los niveles de ejecución, medidos a partir de la demanda de suministros, continúan en terreno negativo y han cerrado el primer trimestre con una variación negativa del 11% en lo que se refiere a despachos de cemento.
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El incremento de la inversión estatal en el sector durante los tres primeros meses de año ha cumplido el ciclo de transferencia esperado hacia el sector privado, exhibiendo una mayor inversión de capital por parte de las empresas participantes del mercado. Es clave resaltar que el nivel de ejecución está aún por debajo de lo exhibido a comienzos del año anterior. Sin embargo, el inicio de proyectos de construcción civil fundamentales para el desempeño del sector ha sido el factor determinante de esta situación.
Por su parte, el inicio de la fase de construcción de varios proyectos 4G será el principal impulsor del crecimiento del sector para 2017. Para este año, la ANI espera inversiones por 2,9 billones para ocho de los 29 proyectos 4G adjudicados, generando una continuidad en las expectativas hacia 2018. No obstante, dado la situación fiscal del Gobierno Central, se espera una moderación en la cantidad de proyectos por parte pública, lo cual hace que la mayor parte de la inversión deseada provenga del sector privado.
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