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Con el freno de las economías a nivel mundial, la reducción de la demanda de energía generará una disminución en las emisiones de 2.600 millones de toneladas métricas este año, lo que sería la mayor caída en la historia; según la Agencia Internacional de Energía (IEA), esta coyuntura mundial impulsará el posicionamiento de las energías renovables.
Con un panorama en el que se espera una disminución de la demanda de energía mundial alrededor del 6%, 7 veces mas que durante la crisis del 2008, y el precedente de disminución del uso de fuentes no renovables como el carbón, la pandemia del coronavirus serviría para acelerar su proceso de desaparición. Aunque la disminución de las emisiones generada por la pandemia tal vez sea revertida una vez se reanude la actividad industrial a nivel mundial, y no aporte de manera sostenida al ambicioso objetivo de reducir las emisiones globales a la mitad para 2030, esta experiencia podría abonar el camino para que los gobiernos pongan las energías renovales en el foco de su proceso de recuperación, con el objetivo de tener una industria más sostenible y competitiva.