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A nivel internacional, entre las marcas del sector cosmético, aseo personal y farmacéutico, el cannabinoide (CBD) es un componente que está marcando tendencia como ingrediente. Este componente se encuentra en el cannabis, y representa hasta un 40% de sus extractos, siendo una de sus propiedades y ventajas que no es psicoactivo.
Colombia no se ha quedado atrás en este mercado y ha atraído firmas extranjeras que quieren invertir para producir el ingrediente en el país. Es así como cerca del 85% del capital de la industria proviene de empresas canadienses, país que tiene un amplio recorrido en la actividad.
Si bien Colombia está siendo referente en materia de regulación y producción en el continente, sobre todo para países que empiezan a legalizar la industria como El Salvador y Ecuador, los empresarios han empezado a denunciar situaciones de corrupción estatal. Según las denuncias, en el 2017 cuando empezó el proceso, una licencia para semillas, cultivos o producción se tardaba entre uno y tres meses, actualmente se están demorando más de ocho meses y además están exigiendo hasta 100 millones de pesos por agilizar los trámites.
Colombia tiene asignado, según la Junta Internacional para la Fiscalización de Estupefacientes (Jife), el 44% del cupo mundial para el cultivo de cannabis que de continuar con estas prácticas ilegales se pondría en riesgo el cumplimiento de esta meta.