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El senador David Barguil se mostró bastante molesto en uno de los debates de la Reforma Tributaria por los beneficios conferidos a las farmacéuticas, específicamente debido el cambio en la denominación de medicamentos excluidos a exentos de Impuesto al Valor Agregado, lo que implica que las farmacéuticas podrán realizar deducciones adicionales del valor de los impuestos que pagan en el país, lo que se estima representaría un costo fiscal de aproximadamente 380 mil millones de pesos anualmente. Barguil aduce que “en esta coyuntura del país no soy capaz de acompañar una ley que tenga una gabela que cueste casi 400.000 millones de pesos a una industria que se gana billones de pesos y que las noticias de todos los días es que abusan sobrefacturando los precios de los medicamentos en el país”.
Entre los argumentos del Gobierno Nacional para apoyar la modificación tributaria para la industria farmacéutica se encuentra que los menores costos fiscales para la industria se pueden traducir en un beneficio para los consumidores vía precios más bajos. En concepto de la directora ejecutiva de la Cámara Farmacéutica de la Andi, Ana María Vesga, citada por el portal Opinión y Salud “la norma corrige de alguna manera medidas que desfavorecen la producción local o de los procesos de posproducción de la industria multinacional que tiene sede en Colombia, pero que la rebaja de precios finales que se supone debería traer la exención requiere ajustes rigurosos en la metodología que aplica la Comisión de Precios de Medicamentos”.
