El día martes, la junta directiva de la compañía farmacéutica Pfizer, decidió darle freno al proceso de fusión con su similar Allergan, debido neutralización, por parte del gobierno estadounidense, del pacto realizado inicialmente.
En los últimos días en territorio estadounidense, se pusieron en marcha nuevas medidas destinadas a frenar operaciones para pagar menos impuestos, lo que ha desencadenado la cancelación de la anunciada operación que habría generado la primera farmacéutica del mundo.
El fisco estadounidense, pretende entorpecer el proceso de compra, por parte de compañías americanas, de empresas extranjeras que pagan menos impuestos, permitiendo fijar en estos países el domicilio fiscal. Muestra de ello, es que, en Irlanda, Allegran paga un impuesto de sociedades del 12,5%, frente al 35% de Pfizer.
La intención de fusión por parte de Pfizer hacia parte de los múltiples esfuerzos realizados por la compañía por superar la desventaja competitiva respecto a competidores que pagan menos impuestos, ya que, al realizarse la fusión, Pfizer podía reducir su carga fiscal y, mejorar su estabilidad financiera a partir de los ingresos que mantenía en el extranjero evitando pagar impuestos en Estados Unidos, además de los que ya paga en los países donde opera.
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