Por medio de una transacción por $74.000 millones de dólares, el gigante de medicamentos Bristol-Myers Squibb compró la compañía biotecnológica Celgene. Con esta fusión nace una empresa biofarmacéutica aprobada por los consejos de ambas administraciones.
Se prevé que la operación sea finalizada para el tercer trimestre de este año. Para entonces, los actuales accionistas de Bristol-Myers serán acreedores del 69% del capital de la nueva biofarmacéutica, mientras que los de Celgene tendrán el 31%.
Giovanni Caforio, presidente y director ejecutivo de Bristol-Myers Squibb dijo que “junto con Celgene, estamos creando un líder innovador en biofarmacia, con franquicias líderes y un amplio suministro que impulsará un crecimiento sostenible y ofrecerá nuevas opciones para los pacientes atendiendo una variedad de enfermedades graves”.
Por su parte, Mark Alles, presidente y director Ejecutivo de Celgene, aseguró que “asociándonos con Bristol-Myers Squibb, estamos entregando un valor inmediato y sustancial a los accionistas de Celgene y proporcionándoles una participación significativa en las oportunidades de crecimiento a largo plazo creadas por la compañía combinada”.
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