Aun sin culminar el proceso sobre el control de la oferta y la comercialización de la marihuana para uso medicinal, ya se abren las puertas a que otras plantas alucinógenas puedan ser parte de los fármacos utilizados en el campo de la salud. Se trata de la coca y la amapola.
Según el ministro de salud, Alejandro Gaviria, el gobierno nacional prepara un decreto que permitiría el uso de la hoja de coca y la amapola en los tratamientos medicinales. El ejecutivo aseguró también, que se están realizando modificaciones al decreto 2266 que trata del impedimento a la comercialización de fitoterapéuticos con características psicoactivas. La razón, está en que el decreto limita la norma que permitió el uso medicinal del cannabis creando inconsistencias con el permiso que desde el 2015 se asignó a la parte de la oferta.
El tema genera polémica, porque la entrada de la coca y la amapola en el campo medicinal ya está bajo análisis de expertos internacionales, cuando a nivel interno no se ha definido de una forma clara el proceso de cultivo y comercialización de la marihuana. Lo anterior, deja ver que, si bien, la intención es buena en vista del favorecimiento que el sector farmacéutico y de la salud puede tener por el uso de estas plantas; la parte legal en el país es débil y puede terminar por permitir el enredo entre lo legal y lo ilegal; sobre todo con el legado que Colombia tiene referente al uso de la coca, la amapola y similares.
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