A pesar de las dificultades que se presentan en el sector agropecuario nacional, como el contrabando de carne proveniente de Venezuela, el incremento del abigeato y el carneo y el impacto de las lluvias, los resultados sobre el sacrificio de ganado a nivel nacional no fueron tan desalentadores. Según el Dane, en los primeros tres meses del año el sacrificio de bovinos fue de 845.441 cabezas, un 9,7% menos que el mismo periodo del año anterior. Dicha caída se explica desde las hembras, que presentaron un descenso del 12,6%, mientras que el sacrificio de machos y terneros cayó un 0,4%.
Contrario a lo del ganado vacuno, las demás líneas aumentaron en sacrificio. Los bufalinos por ejemplo, presentaron un aumento del 22%, las hembras crecieron un 85,2% y los machos un 5,6%. En los porcinos el sacrificio durante el primer trimestre alcanzó las 946.425 cabezas, registrando un crecimiento del 5,8%, los machos presentaron mayor sacrificio que las hembras con el 7,3% y el 3,4%, respectivamente. El ganado caprino por su parte, presentó un crecimiento de 0,5% logrando las 8.292 cabezas y fueron sacrificados un 3,4% más de machos y un 5,4% más de hembras. Finalmente, el sacrificio de ovino creció un 29,6% ubicándose en 12. 352 cabezas, en esta línea los machos sacrificados aumentaron un 14% y las hembras decrecieron un valor similar: 13,9%.
Con esto, se puede observar que los bovinos fue la única línea en descenso en sacrificio y los ovinos hembra, aunque en la general su sacrificio aumentó. La razón de este comportamiento en el caso de los vacunos es la caída en la demanda interna por efectos de contrabando, cierre de plantas de sacrificio y la inflación. Esta justificación se intuye luego de notarse que para el mismo periodo en estudio el sacrificio de bovinos con destino a la exportación creció un 15,9% al pasar de 28.387 cabezas a 32.913. Caso similar presentan los ovinos, donde los sacrificados destinados a la exportación aumentaron un 458%.
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