En Norte de Santander los productores comienzan a sentir los efectos del verano, la lluvia se ausenta cada vez más, haciendo que el agua sea insuficiente para mantener las pasturas, que son la principal fuente de alimento del ganado, por lo que la producción de leche se reduce a la mitad.
Los municipios más afectados son: Arboleda, Chinácota, Bochalema, San Cayetano, Bolívar y Durania. Jesús Parada, miembro de la junta directiva del Comité de ganadero de Norte de Santander, afirmó que en la mañana las temperaturas son muy bajas y al medio día el sol es inclemente. Estos cambios de clima, además, propician la aparición de gusanos y otras plagas en los forrajes, que ya venían afectados por las heladas e inundaciones presentadas en enero. Uno de los casos más preocupantes se presentó en Bolívar, una región habitualmente azotada por las temperaturas extremas.
Por este motivo, la Alcaldía de San Juan solicitó al Ministerio de Agricultura una ayuda en suplementos bovinos, equivalente a 200 toneladas de silo, sin embargo, luego de un mes de realizada la petición, aún están a la espera de dicha asistencia.