Fuente imagen: Pixabay
China es uno de los principales importadores de carne de Argentina y Brasil, por lo que iniciando enero cuando se empezaron a realizar los primeros anuncios de la propagación del coronavirus, los gremios de estos países se plantearon positivas expectativas frente al aumento de la demanda de carne, sin embargo, los datos primer mes del año presentaron una reducción considerable en los envíos al país asiático como consecuencia de las restricciones a la circulación de las personas y el comercio.
En relación a esta situación, el consultor argentino, Víctor Tonelli, manifestó que aún esperan dos o tres meses difíciles para el sector, en las regiones donde inició el brote se ha empezado a recuperar la actividad productiva lo que puede dar inicio a un restablecimiento paulatino de la demanda, pero mientras en esta región va mejorando la situación, los mercados europeos empiezan a debilitarse, lo que sucede por la limitación al “consumo extra hogar”, es decir, el consumo que proviene de restaurantes.