En Venezuela, la celebración de navidad y año de nuevo no se llevará a cabo de manera habitual. De acuerdo con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, gracias al sabotaje de Portugal los perniles de cerdo utilizados para esta festividad no llegaron al país vecino ya que, a pesar del compromiso del país europeo en estas importaciones, Estados Unidos interfirió en el movimiento comercial.
Por su parte, desde Portugal se ha manifestado que los cargamentos de perniles no fueron recibidos en Venezuela por la falta de pago del país. En este orden de ideas, la empresa de alimentos Raporal ha manifestado que el país sudamericano a la fecha adeuda cerca de 40 millones de euros.
De acuerdo con el Ministro de Asuntos Exteriores, Augusto Santos Silva, el país de la península ibérica no tiene responsabilidad alguna por la falta de suministro del producto, además de que el gobierno portugués no tiene poderes para sabotear envíos de producción. Colombia también se ha visto implicado en esta situación, de acuerdo con el Ministro de Agricultura venezolano en el territorio nacional hay cerca de 2.200 toneladas de perniles retenidas como parte del sabotaje.
El oficialismo en Venezuela por primera vez se ha alzado contra el gobierno en medio de lo que se ha denominado la “revolución del pernil”, con protestas menores en las principales ciudades del país. Este hecho, sumado a la fuerza que viene ganando la oposición, puede ser la entrada al declive del gobierno y el régimen que tiene al país en una severa escasez de alimentos básicos y medicinas, una inflación proyectada del 2.300% y un ingreso mínimo de 4,5 dólares.
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