El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó el martes 9 de agosto una ley para dinamizar el desarrollo y la producción de semiconductores en el país con el fin de mejorar su capacidad en el sector con respecto a China. Dicha ley liberará 52.700 millones de dólares en subvenciones y ayudará a Estados Unidos a ganar “la competencia económica del siglo XXI”, aseguró Biden. De esta manera, el gobierno considera que la fabricación local de microprocesadores es una actividad clave para la economía y la seguridad nacional, especialmente por el gran dominio de mercado que tiene Beijing en este campo.
La demanda mundial de semiconductores aumentó de forma considerable durante la pandemia por covid-19, generando una escasez mundial que se empeoró con el cierre preventivo de fábricas chinas por rebrotes de contagios. En particular, Estados Unidos ha sufrido por esta carestía de chips y redujo drásticamente su participación en la producción mundial en los últimos años, con lo que le dio un margen de ventaja a Asia.