Según información contenida en el portal Microsoft Start y el diario Internacional COPE, durante los últimos días, la atención mundial se centró en las elecciones presidenciales de Taiwán, una isla que China reclama como parte de su territorio. No obstante, Taiwán ha tomado distancia de la esfera de influencia china, respaldada en gran medida por Estados Unidos.
Lai Ching-te, quien ocupó el cargo de vicepresidente taiwanés durante los últimos cuatro años, fue electo el 14 de enero como presidente. Este resultado electoral presagia un aumento aún más pronunciado de las tensiones entre las dos principales superpotencias.
El presidente electo ha expresado abiertamente su intención de preservar el “statu quo” de Taipéi, enfocándose en la soberanía y fortaleciendo sus vínculos con Washington. Esta postura provoca indignación entre los altos funcionarios chinos.
Algunos expertos han señalado que esta situación podría intensificar las tensiones ya presentes entre China y Estados Unidos, e incluso llevarlos a un conflicto declarado. La relación comercial entre estos dos países se podría agudizar, puesto que Taiwán es uno de los mayores fabricantes mundiales de microchips.
En diciembre, Taiwan Semiconductor Manufacturing (TSMC), uno de los principales fabricantes globales de microchips y proveedor de empresas como Apple y Nvidia, registró ingresos netos por un total de 176.300 millones de dólares taiwaneses (5.172 millones de euros). Esta cifra representa una disminución del 14,4% en comparación con el mes anterior y una baja del 8,4% en relación con los ingresos del mismo mes de 2022.
De este modo, los ingresos acumulados entre enero y diciembre totalizaron 2,162 billones de dólares taiwaneses (63.429 millones de euros), lo que representa una disminución del 4,5% en comparación con la cifra acumulada del año anterior.
En el último trimestre del año para la empresa, los ingresos alcanzaron los 625.500 millones de dólares taiwaneses (18.351 millones de euros), superando las expectativas del mercado que anticipaban alrededor de 616.200 millones de dólares taiwaneses (18.078 millones de euros).
Estos resultados se respaldan en la demanda del sector de la Inteligencia Artificial (IA), la cual compensó la debilidad en las ventas de teléfonos inteligentes y computadoras portátiles.
Con el boom de la producción de microchips que se está viviendo a causa de la aceleración tecnológica, se podría generar una disputa comercial entre Estados Unidos y China, al ser Taiwán el mayor fabricante y proveedor de Apple.
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