El Decreto 2755 que comenzó a regir en 2003 y terminó su vigencia el 31 de diciembre de 2017, favorecía al sector hotelero con la exención tributaria a la infraestructura turística. Durante este periodo, fueron muchas las empresas que construyeron y remodelaron sus hoteles. Con el fin al conflicto con las FARC, la inversión hotelera se hizo más latente, favoreciendo no solo al sector turístico e inmobiliario sino al mercado laboral. En este orden de ideas, el Gobierno permitirá que las personas naturales construyan hoteles en zonas afectadas por la violencia con menos de 200 mil habitantes y con un pago del 9% de impuesto de renta.
En los últimos 14 años dichos proyectos generaron cerca de 61 mil empleos directos y una inversión total de $5,7 billones. Para la Ministra de Comercio, Industria y Turismo, María Lorena Gutiérrez, “con estas nuevas instalaciones hoteleras, Colombia cuenta con una oferta de habitaciones dotadas con la última tecnología, apropiadas para el descanso y las vacaciones de los viajeros nacionales y extranjeros más exigentes. Además, ha dado un paso gigante hacia su consolidación como un destino turístico que esté a la altura de los mejores a nivel global”Las inversiones más representativas corrieron por cuenta de:
Hotel Holiday Express – Barranquilla: $32.000 millones.
Hotel Crowne Plaza – Barranquilla: $26.000 millones.
Hotel Hampton By Hilton – Medellín: $24.800 millones.
LQ La Quinta – Medellín: $14.000 millones.
Hostal Doña Manuela – Santa Cruz de Mompóx: $14.000 millones.
Hotel Tcherassi – Cartagena de Indias: $10.500 millones.
Hotel Castillo Resort – San Gil: $8.075 millones.
Novelty Suites – Medellín: $4.800 millones.
Hotel Decameron – Quindío: $4.000 millones.
Hotel Café Mocava Resort – Quindío: $3.000 millones.
Hotel Double Tree By Hilton – Bogotá: $2.300 millones.