En el 2016, el sector petrolero nacional enfrentó una coyuntura adversa promovida por agentes internacionales y locales, pues se conjugaron múltiples factores que deterioraron su desempeño, tales como el nivel del precio, la importante reducción de la inversión extranjera directa en el sector, la caída de la producción local y el latente temor por el nivel de reservas que se posee actualmente ante el no descubrimiento de nuevos yacimientos. Adicionalmente, la baja competitividad internacional, atada al alto costo productivo que presenta el país, hace que la situación se agrave y que se enfrente el periodo más difícil de los últimos años.
Fuente: ACP
A cierre de 2015, los siguientes fueron los resultados de las principales empresas que participan en el sector:
Estados Financieros con corte a diciembre de 2015 (datos en millones de pesos)
Según los datos obtenidos a septiembre, el promedio de producción diaria de petróleo en el país ha caído más del 10%, situación no vista desde inicios del milenio. Cabe resaltar que tan solo 7 de los 21 departamentos del país en donde se produce crudo han tenido una variación positiva en el promedio de barriles producidos a diario, siendo Arauca el de mayor relevancia (6.8%) dada su participación en el total nacional. Sin embargo, el departamento del Meta, en el cual se obtiene el 51% del crudo colombiano, presenta una disminución del 6.4%. Igualmente, Casanare, segundo en producción (18%), exhibe una merma del 5.5%.
No obstante, a pesar de que la caída en la producción es un tema complejo y de alta preocupación para la industria, la exploración y el hallazgo de nuevos yacimientos plantea una situación aún más crítica. De acuerdo con la Asociación Colombiana de Petróleo, las medidas tomadas hasta ahora para mejorar la producción de crudo en el país no son suficientes, y aseguran que mantenerla por encima de los 900.000 barriles por día en 2017 será difícil, planteando la posibilidad de que descienda hasta los 600.000 en los próximos años, dependiendo del éxito en exploración en tierra y mar, además del continuo repunte de los precios internacionales.
Por ello, el Gobierno Nacional ha impulsado la exploración costa afuera, convirtiéndose en la esperanza de solución a la coyuntura actual. Actualmente en el país, de las 55 áreas que hay en el Caribe ya se tienen 22 contratos que han invertido US$423 millones en exploración con la meta de llegar a US$1.350 millones en el mediano plazo, lo cual ya ha entregado dos resultados positivos en dos áreas, una de las cuales contaría con más de 264 millones de barriles equivalentes en reservas que se sumarían a los 2.002 millones que tiene el país hoy en día.
Según proyecciones del Ministerio de Minas y Energía, con un barril de petróleo Brent a 45 dólares, la meta es producir 968.000 barriles diarios para 2016. Esto, teniendo en cuenta la producción comercial y campos en evaluación como Tigana, Jacana y Acordionero, como también la actividad en los campos Castilla, Chichimene y La Cira-Infantas, y la recuperación de la producción del campo Rubiales, tras la terminación del contrato con Pacific E&P.
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