La ilusión latente en las economías petroleras se centra en la recuperación del precio del crudo de petróleo, pero la explotación de hidrocarburos alternativos está poniendo en jaque a los mercados convencionales.
Fuente: www.freeimages.com Autor: iancu justin
La fuerte caída del petróleo convencional permite que el gas y el petróleo de esquisto, más conocidos como Shale Gas y Shale Oil, aparezcan como una alternativa energética que puede hacer temblar a los países pertenecientes a la OPEP (La OPEP y su Influencia en el Mercado Mundial de Crudo) y su monopolio en precios, modificando así la balanza de poder energético. La duda recae en cómo dichos hidrocarburos no convencionales, especialmente el Shale Gas, pueden impedir que el precio del barril del petróleo retorne a altas cotizaciones, acabando de paso con las fuertes ilusiones de las economías petroleras.
Shale Oil y Shale Gas, son hidrocarburos no convencionales que se extraen de rocas sedimentarias arcillosas. A partir de este tipo de petróleo se pueden obtener refinados, los cuales pueden ser utilizados para los mismos fines que los obtenidos a partir del petróleo crudo (¿Qué es el “Crack Spread” y Cuál es su Utilidad en la Actual Crisis Petrolera?). Estos energéticos no convencionales se caracterizan por no tener la suficiente permeabilidad para que el petróleo y el gas puedan ser extraídos con los métodos habituales, lo que hace necesario la aplicación de nuevas tecnologías. Estas consisten en inyectar agua a alta presión combinada con arenas especiales, lo que permite que los hidrocarburos atrapados en la formación, fluyan hacia la superficie. Esta forma de extraer los hidrocarburos es criticada por sus repercusiones ambientales. La producción de este tipo de energía, al fracturar hidráulicamente el suelo y las rocas en las que se encuentra almacenado, debilita el terreno. Igualmente, el agua que se usa para extraer bajo presión el petróleo y gas que se halla en el esquisto se compone con químicos dañinos que contaminan el medio ambiente. Adicionalmente, los métodos para su extracción son costosos, en comparación con los costes para la extracción del crudo convencional.
El Shale Oil, debido a su alto costo de extracción y el bajo precio que presenta el barril de petróleo crudo actualmente, se encuentra en un serio riesgo, pues afecta la intención de los inversionistas de llevar a cabo este tipo de explotación, ya que la mayoría de los campos de aprovechamiento de hidrocarburos no convencionales de EEUU son rentables con precios del barril de crudo oscilando entre los 50 y los 80 dólares, por lo tanto las miradas se concentran en el Shale Gas. La política del actual presidente estadounidense Barack Obama, se define en búsqueda de la independencia energética del país norteamericano, y ha encontrado en la extracción de este energético no convencional el camino a seguir.
El problema para las economías exportadoras de petróleo, es que su mayor importador, Estados Unidos, es uno de los países con más potencial en ese tipo de reservas de hidrocarburos, y según analistas, posee niveles para autoabastecerse de energía por 100 años, lo que causaría un gran impacto en las finanzas de las diferentes economías petroleras, pues el petróleo pasaría a ser un energético no necesario y por ende su precio se mantendría bajo. Dado esto, la gran amenaza que ostenta el precio del petróleo ya se está presentando, y su futuro se torna tan incierto como oscuro.
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