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Considerando la creciente popularidad de las redes sociales y del uso de influenciadores para promocionar productos y servicios, la Superintendencia de Industria y Comercio publicó una guía de buenas prácticas para la actividad, extendiendo al mundo de los influenciadores todas la normas y sanciones que buscan la protección del consumidor en términos de publicidad:
– Se entiende como influenciador a toda persona que publique contenido en medios de comunicación, en particular en las redes sociales o plataformas digitales, compartiendo sus experiencias y opiniones capaces de influir de manera predominante en las decisiones de consumo y generando credibilidad ante sus seguidores.- El contenido publicitario debe permitir que el consumidor o seguidor identifique rápidamente que se trata de una publicidad, y será el anunciante quien defina los lineamientos para esto- Emitir un mensaje publicitario sin identificarlo como tal, podría hacer al influenciador responsable en caso de que este no corresponda con la realidad- Se considera una pieza publicitaria toda aquella por la que se reciba una remuneración, y tenga sugerencias en cuanto al contenido y la periodicidad de difusión – Se considera remuneración, además del dinero, descuentos en los productos del anunciante, entrega gratuita de bienes o servicios del anunciante, invitaciones a disfrutar de experiencias y pago en especie, entre otros.
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