La semana pasada se conoció que la Superintendencia de Sociedades admitió en proceso de reorganización empresarial a Avantel, asignándole como promotor encargado del proceso al economista Saúl Kattan Cohen, quien es catalogado por la entidad como un experto en finanzas y reestructuraciones con trayectoria en el sector de las telecomunicaciones. El primer requisito que debe cumplir la entidad en reorganización es la entrega de un inventario de activos, acreencias, estado de situación financiera y notas a los estados financieros en un plazo de diez días.
En relación a la difícil situación financiera, en el diario El Tiempo se indicó que el quinto operador de telefonía móvil del país presenta obligaciones vencidas a más de 90 días por 238.699 millones de pesos, lo que representa el 20% del total del pasivo de la compañía que se encuentra en 1.17 billones de pesos. Adicionalmente, el diario corroboró que en la solicitud de reestructuración se indicó que la empresa se encuentra “incursa en causal de disolución por pérdidas”.
Esta información generó incertidumbre entre los usuarios del operador, a quienes el presidente de la compañía, Ignacio Román, les manifestó que no tendrán afectaciones en el servicio y que la medida es una alternativa para las empresas que no generan los recursos suficientes para pagar obligaciones anteriores, de manera que se pueda proteger la operación de la compañía y los usuarios. Sin embargo, las publicaciones de Tigo anunciando la desconexión de algunos servicios para Avantel afectan aún las expectativas de los consumidores.