La evolución de los celulares y los avances tecnológicos, que suman cada vez más herramientas, y las aplicaciones con las que se puede obtener prácticamente todo, con la conexión a Internet; pasaron a transformar un simple teléfono en una verdadera fuente de información y entretenimiento.
Foto: commos.wikimedia.org Autor: Thief12
Pero en un punto, este sostenido avance parece haberse encausado en un camino retro debido al tamaño de los nuevos celulares y la tendencia a volverse cada vez más incómodos de llevar.
Los primeros celulares eran grandes y muy difíciles de guardar en un bolsillo, denominadas popularmente como “panelas”, luego la necesidad y el concepto mismo de teléfono móvil fue haciendo que las compañías se enfocaran en reducir su tamaño alcanzando modelos que cabían en la palma de una mano.
En la actualidad los teléfonos móviles están tendiendo nuevamente a un mayor tamaño, esto tiene una explicación. En los últimos tiempos se vio reflejada una fuerte tendencia a través de los usuarios, a las aplicaciones y juegos, siendo esta la principal herramienta del teléfono.
Desde que las compañías comprendieron que las aplicaciones y los juegos es lo que más demandan las personas, comenzaron las pantallas mucho más grandes y los dispositivos conocidos como phablets (los mayores fabricantes de dispositivos portátiles empezaron a utilizar este nombre para designar a cualquier teléfono inteligente cuyo tamaño de pantalla superara las 5 pulgadas) a posicionarse. La gran acogida de estos celulares deriva de las tendencias en el mercado: se prefieren las pantallas más grandes porque cada vez se consume más contenido audiovisual, incluyendo películas, videos cortos, imágenes y muchos videojuegos.
Una pantalla más grande permite una mejor experiencia visual, pero también es más cómoda a la hora de moverse con los dedos sobre ella para pinchar un link, agrandar un texto y mover de un lugar al otro. A su vez, a la hora de usar aplicaciones, éstas requieren cada vez más de movimientos gestuales táctiles.
Esta realidad va de la mano de otro cambio de conducta que se registra desde hace mucho más tiempo: el celular se usa cada vez menos para hablar y más como computadora personal, para producir e informarse. Para todas estas actividades es indudable la ventaja de una pantalla más grande.
Por otra parte, una phablet le permite al usuario tener conexión permanente vía 3G o 4G. Para lograr lo mismo en una tableta es necesario pagar más por el modelo que incluye este tipo de conexión (que se suma al Wi-Fi) y, además, pagar un plan celular o cargar algún tipo de tarjeta de prepago. Con un smartphone grande, se obtiene todo esto a la vez.
Según la firma analista Barclays, el mercado de phablets se cuadruplicará en los próximos tres años, llegando a valer US$ 135.000 millones. En el mismo período estima que se producirán y enviarán mundialmente para su venta unos 228 millones de estos grandes teléfonos.
Es importante resaltar que los mensajes de texto y los medios de conectividad de hoy en día son la manera preferida de comunicarse. Lo cierto es que esta tendencia también cambia el negocio de las empresas que pasaron a facturar mucho a través de las aplicaciones y menos con la venta por renovación de aparatos, que al ser cada vez más caros los clientes los cuidan más.