El sector transportador ha sido a nivel histórico uno de los más polémicos al verse envuelto en procesos de diferente índole, como es el caso de la corrupción en la chatarrización del parque automotor, los paros que han protagonizado y los obstáculos viales que hallan en las carreteras ante la ampliación y construcción de nuevos corredores. Ahora, se enfrenta a un nuevo obstáculo: el clima.
La situación en estos días de invierno se ha vuelto tensa, derrumbes el casi todas las vías del país, tanto terciarias como vías principales, lo cual genera congestión y pérdidas de productos, especialmente perecederos. Los casos más reconocidos fueron el del derrumbe que tuvo cerrada la vía cerca de un mes entre Bogotá y Medellín y que obligó a la realización de desvíos, lo cual incrementó los costos de transporte.
El otro, que ya deja cerca de seis mil millones en pérdidas en menos de tres días, es el derrumbe en la vía de acceso al puerto de Buenaventura. Las quejas referentes a esta situación es que no hay un plan alternativo eficiente, el pasó se está realizando a través de Cali, lo cual ha terminado por afectar la movilidad en el resto de la ciudad. Hasta ahora, los pronunciamientos del gobierno es que la vía estará cerrada por lo menos mes y medio. Otros casos se registran en los Santanderes y el Huila, este último en crisis por la destrucción de vías y puentes entre la capital y áreas municipales a raíz de las avalanchas, como sucede con la comunidad de Algeciras.
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