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El Ministerio de Comercio presentó recientemente un borrador de decreto en el que se plantea la imposición de un arancel Ad Valorem sobre las importaciones textiles del país. La tasa sería de 40% cuando el precio en aduana sea igual o inferior a US$10 y de 15% más US$1,5/kg para las importaciones de cualquier origen de nación más favorecida.
Aunque la normatividad se implementaría para beneficiar al sector, que viene presentando indicadores negativos de productividad y empleo, varios gremios han advertido sobre sus consecuencias negativas. Según Analdex, el contrabando de prendas tendría un margen de 66% para seguir operando, si se suman el arancel y el IVA, por su parte, Fenalco también afirmó que la tasa de 15% tendría un impacto de 0,75 puntos porcentuales en la inflación.
En cambio, el presidente de la Cámara Colombiana de Confecciones y Afines, Guillermo Criado, afirmó que el decreto sí beneficiaria al sector; pero este no sería suficiente para evitar la reducción en las ganancias de los productores nacionales, sobre todo si no se contemplan alivios en los aranceles que tienen actualmente las materias primas.