Según el director del Ideam, Omar Franco, para el mes de octubre dejarían de padecer los departamentos de la región cafetera ante la llegada de las lluvias a esa región, que por el momento se encuentra resentida por la fuerte ola de verano. Contrario a esta situación se encuentran los departamentos del oriente colombiano, específicamente Casanare y Meta, que por esto días han sucumbido ante las fuertes lluvias.
La pregunta que se relaciona con este hecho está relacionada con la forma en que los transportadores de carga lo afrontan. No hace mucho que se levantó el paro camionero que duró cerca de mes y medio y el sector vuelve a sentir una fuerte estampida derivado de las condiciones climáticas y políticas del país.
Por un lado, los intentos por normalizar el transporte de mercancía entre Colombia y Venezuela no se han materializado del todo. Por otro lado, el verano en algunas áreas perjudica la producción desincentivando el uso del servicio de trasporte, como también lo hace el invierno, que en este caso es por partida doble: obstrucción de vías bien sea por derrumbes, accidentalidad o por caída de puentes, caso de Casanare, y por la suspensión en la recolección de la cosecha de arroz, ante la falta de movilidad y el mismo invierno.
A esto, se le suma otro pequeño detalle. En la pasada negociación entre el sector transportador y el gobierno nacional, uno de los puntos era la búsqueda de la disminución de los costos de transporte. Ahora, se prevé que de entrar la reforma tributaria los combustibles podrían tener un incremento impositivo, la razón es que Colombia presenta uno de los precios más económicos de la región. ¿Efectos contradictorios?