La Federación Colombiana de Transportadores de Carga por Carretera (Colfecar) aseguró que los transportadores han sufrido pérdidas superiores a $13.000 millones solo en los automotores incinerados a causa del paro armado iniciado por el Clan del Golfo el jueves 5 de mayo como represalia por la extradición de su cabecilla, Dairo Úsuga David, alias “Otoniel”, y cuyo epicentro han sido los departamentos de Antioquia, Bolívar, Córdoba, Sucre, Cesar y Atlántico.
En varias regiones, el transporte de carga fue reducido o suspendido dadas las amenazas y la compleja situación que se estaba presentando. Ante esto, Nidia Hernández Jiménez, presidente de Colfecar, expresó, “Confiamos en que aparte del cubrimiento de la póliza de terrorismo que deben tener nuestros transportadores, también se refuercen las acciones de acompañamiento del ejército y la policía en las caravanas que se han programado para garantizar la movilidad por las diferentes carreteras del país”.