Durante el primer semestre de 2016 el sector transporte terrestre de carga logró crecer un 1,4% en comparación con el mismo periodo del año 2015. Dicho incremento fue jalonado específicamente por el transporte férreo, ya que el transporte de carga por carretera se vio interrumpido por el fenómeno de El Niño que perduró hasta el final del primer trimestre, y por el paro de los transportadores registrado entre junio y julio y que dejó pérdidas sobre los 2.8 billones de pesos.
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Entre los principales factores que perjudicaron el sector se encuentra el mejoramiento de las vías con el fin de escalar a nivel de competitividad global lo que ha llevado a la generación de nuevos peajes que incrementan los costos que deben asumir los transportadores. Ahí nace la pregunta, ¿el incremento en los costos por peajes es menor, mayor o igual a la disminución de costos por la mayor transitabilidad en las vías? De ser igual, significa que de nada sirve el mejoramiento de las vías. De ser menor es porque el mejoramiento de las vías afecta de forma positiva al sector transportador y de ser mayor significa que el sector está peor.
Asociado al caso anterior, el incremento en el número de peajes hizo que para septiembre del presente año que el ICTC (Índice de Costos de Transporte) se incrementara en 0,42 puntos respecto al mes anterior, convirtiéndose en el más alto de los últimos siete meses. Esta comparación se puede hacer gracias al cambio que se ejecutó en la medición de este indicador, que ahora se entrega mensual por parte del Dane. Por casos como los mencionados anteriormente el desempeño del sector ha sido regular.
Por ahora, el sector transportador de carga terrestre por carretera se encuentra a la expectativa de la activación de vías alternas de transporte, como las férreas y las arterias fluviales. Proyectos como el tren que comunica La Dorada con Santa Marta y que ya realizó la primera prueba, siendo exitosa, es uno de ellos. También se espera el acondicionamiento de otras líneas, como es el caso de las vías férreas de Antioquia, donde se planea que en 2019 entre en funcionamiento el tren de Cercanías.
A nivel fluvial, el megaproyecto de recuperación de navegabilidad del río Magdalena, aunque con contratiempos, viene adelantándose. Lo mismo sucede con las fuentes hídricas de la región de la Orinoquia colombiana. De la mano de estos desarrollos que hacen parte del transporte intermodal, se han realizado mejoras en ampliación y dinamismo en los puertos. Santa Marta, Barranquilla, Buenaventura, Puerto Wilches y Puerto Nare son algunos en los que se adelantan trabajos. En esta misma línea se mueven varios aeropuertos, que se encuentran en etapa de acondicionamiento o están pendientes por iniciar labores para ello.
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