El Gobierno Nacional ha radicado ante el Congreso un nuevo proyecto de ley de financiamiento, conocido como reforma tributaria, con el cual se busca recaudar $26,3 billones para el presupuesto de 2026. Desde el ejecutivo se ha asegurado que la medida no impondrá IVA a los productos de la canasta básica, incluyendo carne, leche y huevos. Sin embargo, diversos gremios y expertos han manifestado su preocupación por los posibles efectos indirectos que la reforma podría tener sobre el sector ganadero.
Según análisis del portal Contexto Ganadero, aunque los productos finales de la ganadería no serán gravados directamente, el sector podría verse afectado por el encarecimiento de su cadena de producción. La preocupación se centra en que la reforma sí contempla ajustes tributarios sobre otros bienes y servicios que son insumos esenciales para la actividad pecuaria, como los combustibles, el transporte y algunos agroquímicos. Este incremento en los costos operativos impactaría principalmente a los pequeños y medianos productores.
Adicionalmente, existe el temor de que los nuevos impuestos sobre otros productos y servicios disminuyan la capacidad de compra de los hogares colombianos. Esta reducción en el poder adquisitivo podría llevar a una contracción en la demanda de carne y otros derivados, afectando la rentabilidad y la competitividad de los ganaderos frente a las importaciones. Gremios como Fenalco han calificado el proyecto como perjudicial para el bolsillo de los colombianos, mientras que desde centros de pensamiento como ANIF se advierte sobre el riesgo de una posible fuga de capitales.
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