La inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una herramienta central en las estrategias de marketing modernas, permitiendo a las marcas conectar con sus clientes de una manera más profunda y efectiva. Desde gigantes del streaming hasta líderes del comercio electrónico, la IA está redefiniendo la personalización, la predicción de tendencias y la optimización de campañas publicitarias.
Según un análisis del portal El Frente, empresas como Netflix utilizan algoritmos para analizar el historial de visualización de cada usuario y así personalizar las recomendaciones de contenido, manteniendo al espectador enganchado. En el comercio electrónico, Amazon aplica una estrategia similar al analizar historiales de compra y navegación para sugerir productos a medida, lo que ha demostrado incrementar la frecuencia de compra y la satisfacción del cliente. De la misma forma, Spotify utiliza la IA para crear listas de reproducción personalizadas como “Discover Weekly”, que anticipan los gustos musicales de sus suscriptores y fomentan el descubrimiento de nuevos artistas.
Más allá de la personalización, la IA se ha vuelto crucial para la predicción de tendencias, especialmente en la industria de la moda. Marcas como Zara y H&M analizan datos de redes sociales y blogs para identificar estilos y colores que serán populares, ajustando su producción para evitar excedentes. Asimismo, la IA optimiza las campañas publicitarias en plataformas como Google y Facebook, redirigiendo la inversión en tiempo real hacia los segmentos de audiencia más receptivos para maximizar el retorno de la inversión. A pesar de los beneficios, el uso de esta tecnología también plantea desafíos éticos relacionados con la privacidad de los datos y los posibles sesgos algorítmicos.
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