En 2024 se registraron 52.348 matrimonios y 20.759 divorcios, marcando una caída del 25 % en las uniones y una tasa de separaciones del 40 %.
La caída en los matrimonios, que conlleva a la pérdida del romanticismo, también es producto del empoderamiento de las individualidades de la mujer y del hombre; soltar los apegos tradicionales y algunos de los compromisos con los que se crearon 4.000 años antes de Cristo.
Ahora, si pudiéramos definir a las bodas como una industria, esta está lejos de desaparecer a nivel global. En EEUU significa ingresos por USD 50 billones, en India USD 40 billones y en Reino Unido unos USD 2,2 billones.
Adicional, hay nichos con alto crecimiento como son las bodas para la comunidad LGBTI, los segundos matrimonios y las uniones de personas entre los 35 y 45 años.
Por su parte, el misticismo tras los matrimonios ha llevado a Colombia a aprovechar una oportunidad con las bodas destino. Es decir, personas que se unen en nuestro país, pero son residentes de otras naciones. Este segmento genera ingresos por evento del orden de los USD 35.000.
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