En plena temporada de fin de año, los colombianos enfrentan un nuevo ajuste en los costos de movilidad tras confirmarse un incremento de $100 en el precio del galón de diésel, medida que entró en vigor el 20 de diciembre. La decisión eleva el precio promedio del ACPM en las 13 ciudades principales a $10.885, generando preocupación en los gremios transportadores y sectores productivos que advierten sobre el impacto directo en los costos logísticos justo cuando la demanda de mercancías y pasajeros alcanza su pico estacional.
Según El País, la Comisión de Regulación de Energía y Gas (CREG) oficializó este ajuste como parte de la revisión periódica de la estructura de precios, la cual contempla variables como el ingreso al productor, los márgenes de distribución y los impuestos. El reporte aclara que, a diferencia del diésel, el precio de la gasolina corriente se mantendrá estable con un promedio nacional de $15.967 por galón, ofreciendo un alivio temporal a los propietarios de vehículos particulares en medio de la incertidumbre económica que marca el cierre del 2025.
Analistas económicos señalan que esta alza en el combustible de carga podría tener un efecto cascada sobre la inflación de alimentos y bienes básicos en el corto plazo, dado que la mayor parte del abastecimiento interno se moviliza por carretera. Mientras en ciudades como Bogotá el galón ya supera los $11.100, el Gobierno defiende la medida como necesaria para sanear el déficit fiscal, aunque persiste el debate sobre la sostenibilidad de estos aumentos.
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