El sector agropecuario, que lidera el crecimiento del PIB, enfrenta un reto preocupante con la reducción de cuatro millones de campesinos en los últimos dos años.
De acuerdo con el diario El Espectador, cifras del Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) revelan que, entre agosto y octubre de 2024, la población campesina mayor de 15 años se redujo a 11,4 millones, lo que representa cerca del 21,7% de los 52,6 millones de habitantes del país. Esta caída contrasta con los avances en la tasa de ocupación y la disminución del desempleo en las zonas rurales, lo que genera dudas sobre la sostenibilidad del desarrollo en el campo.
El éxodo masivo de campesinos refleja una paradoja: mientras el agro impulsa la economía nacional, las dinámicas demográficas y laborales en las áreas rurales se desestabilizan. El fenómeno plantea interrogantes sobre las condiciones de vida en el campo y el atractivo de las zonas urbanas, que continúan absorbiendo población rural.
La situación pone en evidencia las tensiones entre el crecimiento económico del agro y las dinámicas laborales en las áreas rurales, generando interrogantes sobre las condiciones actuales del campo colombiano.
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