El sector agrícola colombiano enfrenta pérdidas superiores a un billón de pesos debido al uso de semillas no certificadas, según Leonardo Ariza, gerente de Acosemillas. La piratería de semillas perjudica la productividad y desincentiva la investigación, especialmente en un contexto donde la mayoría de las semillas utilizadas son importadas, principalmente de Brasil. Para abordar este problema, diversas entidades del sector, incluyendo Acosemillas, el Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Fedearroz, Fenalce y la Cámara de la Industria de Alimentos Balanceados de la Andi, han firmado un pacto por la legalidad de las semillas.
El acuerdo promueve el uso de semillas certificadas, promoviendo la verificación de la factura de compra y respeto a la propiedad intelectual en obtenciones vegetales. La iniciativa busca garantizar equidad, calidad y continuidad en la producción agrícola. Ariza destaca que la legalidad en el uso de semillas debe ser un pilar esencial para el progreso del sector y subraya la importancia de requerir la factura electrónica para las semillas certificadas por el ICA. Este acuerdo, firmado en el Congreso Nacional de Semillas, establece un paso crucial hacia cosechas más rentables y sostenibles.