La industria alimentaria ha adoptado la inteligencia artificial (IA) para responder a la creciente demanda de productos sostenibles, especialmente en el desarrollo de alimentos de origen vegetal. Un ejemplo destacado es el uso de plataformas de IA como Giuseppe, que analizan la estructura molecular de los alimentos para crear alternativas plant-based que imitan el sabor, la textura y el comportamiento de productos tradicionales de origen animal.
Este enfoque hacia una alimentación basada en plantas está ganando terreno como una solución a los desafíos ambientales. Estudios señalan que optar por una dieta plant-based puede reducir de manera significativa la huella de carbono individual, ya que disminuye las emisiones de gases de efecto invernadero y el consumo de agua y energía.
La IA juega un papel crucial en este proceso al analizar datos sobre ingredientes vegetales, combinar estos de manera específica y optimizar recetas para ofrecer alimentos con perfiles nutricionales y sensoriales similares a sus contrapartes animales, pero con un impacto ambiental mucho menor. Gracias a este avance tecnológico, la producción de alimentos plant-based, como la leche vegetal, requiere significativamente menos agua y energía que la producción de leche tradicional.
A pesar de los avances, la aceptación masiva de estos productos sigue siendo un desafío. La constante innovación y la inversión en investigación son claves para mejorar las formulaciones y cumplir con las expectativas del consumidor.
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