Las máquinas autónomas utilizan la inteligencia artificial para llevar a cabo tareas predeterminadas.
Con la automatización se puede incrementar la productividad de empresas de diversos sectores.
Líderes de negocio esperan que los humanos y las máquinas trabajen como equipos integrados en los próximos cinco años.
Actualmente, observamos que las innovaciones tecnológicas son cada vez mayores. El avance de la Inteligencia Artificial, Machine Learning y Deep learning ha permitido diseñar métodos por medio de algoritmos para dotar a las máquinas de cierta autonomía a la hora de ejecutar funciones. Un segmento del mercado donde hay un notable avance de estas herramientas es la fabricación de los carros autónomos, es decir, carros que tienen un piloto automático programado con el objetivo de que el usuario solo le dé unas instrucciones al sistema y este haga el resto.
La IA la podemos clasificar en dos tipos: débiles y fuertes. Una inteligencia artificial es débil cuando los sistemas pueden cumplir un conjunto muy limitado de tareas, mientras que las IAs fuertes son capaces de aplicarse a problemas y dominios diferentes. Al día de hoy todos los avances de IA se clasifican en el primer grupo.
Por otra parte, podemos clasificar la autonomía de las máquinas en tres dimensiones:
1. El tipo de tarea que realiza la máquina
2. La relación entre el humano y una máquina en la realización de la tarea
3. La sofisticación de la decisión de la máquina al realizar la tarea
Estas dimensiones son independientes entre sí. Cuanto menor intervención humana se necesite, estas máquinas adquieren mayor complejidad y se vuelven menos predecibles, lo que podría generar resultados no deseadas a la hora de tomar y ejecutar tareas. No obstante, con un buen control en el diseño de algoritmos, la IA puede presentar diversas ventajas, una de ellas es mejorar en la productividad de un determinado proceso, como se observa en la industria del embalaje.
Las máquinas autónomas están relacionadas con el uso intensivo de software informáticos. Con la automatización se puede incrementar la productividad de empresas de diversos sectores. Un sistema automatizado es aquel que, por medio de un programa informático, diseña un plan de acción que hace funcionar de manera autónoma un conjunto de componentes. La automatización se usa en beneficio propio y favorece la eficiencia de diversos procesos una vez que se implementa. Por eso, las máquinas automatizadas son cada vez más utilizadas en el sector industrial.
Adicionalmente, las máquinas autónomas más avanzadas aprovechan la sofisticada inteligencia artificial para solucionar problemas con un mayor nivel de complejidad. Un estudio de Dell EMC proyectó que para el 2030 las tecnologías emergentes se asociarán entre humanos y máquinas, lo que nos abrirá un mundo de retos y oportunidades, 82% de los líderes de negocio prevé que los humanos y las máquinas trabajarán como equipos integrados en los próximos cinco años.
En el sector residencial también podemos encontrar máquinas autónomas, un ejemplo sería el desarrollo de casas domóticas, la cual consiste en añadir un conjunto de tecnologías enfocadas al control y automatización de procesos que se lleven en la vivienda, ello supone un uso eficiente de la energía, seguridad, confort e igualmente una mayor comunicación entre el usuario y el sistema. Según datos del Smart Home Report 2020, se espera que los ingresos en domótica asciendan a 175.700 millones de dólares en 2025.
A largo plazo se espera una integración de las diversas áreas de la IA para impulsar el desarrollo de esta misma. Dado el nivel de avance en que se encuentra, se tendrá que diseñar lenguajes de representación de conocimientos que codifiquen la información de diversos objetos, situaciones, acciones, etcétera. Además, se necesitará desarrollar nuevos algoritmos que, con base a estas representaciones, puedan resolver problemas cada vez más complejos y de una manera más eficiente.
Finalmente, dado que necesitarán adquirir un número prácticamente ilimitado de conocimientos, se deberán diseñar herramientas para que las máquinas imiten el proceso cognitivo de los humanos, así estas mejorarán en cuanto a la cantidad de tareas que podrán realizar y se generaría una mayor eficiencia en los procesos ejecutados por la máquina.
