Explicado por el factor climático y la evolución del hato bovino de las hembras, el acopio de leche en el acumulado enero – octubre de 2019 evidenció una caída del 9%. El clima afectó desde dos frentes diferentes, por un lado, incentivó el sacrificio de las hembras y por otro, perjudicó la productividad por cabeza. En cuento a la distribución del hato bovino hembra, hubo menos ingreso de nuevas reses a la producción de leche (hembras de 2 y 3 años). Adicional, las hembras en producción se concentran en las mayores de 3 años, un factor que afecta la producción láctea dado que el envejecimiento influye en la cantidad de leche producida.
Así, el precio del litro de leche pagado al productor desde marzo ha venido presentando incrementos sostenidos, ubicándose en 1.187 pesos por litro para el mes de octubre. La misma caída del acopio de leche, derivado de factores climáticos, generó deficiencias del insumo en las empresas transformadores del líquido lo que las impulsó a incrementar el valor pagado al productor primario buscando aumentar la captación de la materia prima. Sin embargo, la oferta no ha respondido de la forma como se esperaba.
Vinculado con los fenómenos anteriores y junto al incremento de la TRM, que también presiona al alza de los precios, se he evidenciado una leve modificación en los hábitos de consumo. Por ejemplo, la leche UHT se ha visto como sustituto de la leche en polvo que es la que mayor incremento ha registrado, 2.000 pesos por kilo entre enero y octubre, pasando de $12.390 a $14.330, por ello el descenso del comercio de este bien y el incremento en la UHT en 2019. Por otro lado, el tiempo de conservación lleva a que la leche pasteurizada no actúe como sustituto.
Fuente: Dane. Leche UTH Entera en eje derecho.
En conclusión, todos los precios de productos principales derivados de la leche han presentado incrementos en lo corrido de 2019. Dos factores explican este comportamiento, la baja de los inventarios nacionales lo que ha impulsado las importaciones de productos como la leche en polvo, que con una tasa de cambio alta impulsa al alza, el precio final del bien. Por otro lado, hay una transferencia del mayor precio pagado al productor primario hacia el consumidor final.