El liderazgo es una las habilidades más importantes que debe poseer un buen gerente. Un líder requiere más que destrezas técnicas, sociales, humanas y conceptuales para hacer que su equipo de trabajo ejecute las actividades de manera adecuada. Si bien el liderazgo es un factor determinante para el buen funcionamiento de una organización, no todos los modelos son convenientes o eficaces. Un líder necesita conocer primero a su equipo para saber cómo influir en su desarrollo
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Para esto, se clasifica la madurez del equipo en cuatro grados: formativo, conflictivo, normativo y de desempeño. Una vez se identifique el grado de madurez, el líder debe actuar acorde con las necesidades del equipo, de manera que la comunicación sea más cercana y de mejor calidad.
Si el equipo se encuentra en etapa formativa, no tiene reforzada su razón de ser y de operar en la compañía; se encuentra en un proceso de aprendizaje. Aquí el líder debe asumir un rol de educador que le permita resolver dudas al equipo frente a los procedimientos, metas, expectativas laborales y demás. Esta actitud es favorable para fortalecer los lazos de confianza.
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Si el equipo se encuentra en etapa conflictiva, es porque comienza a consolidarse y se derivan problemas de funciones y procesos propios o colectivos. Existen diferentes tipos de conflictos: de poder, de roles, de objetivos, culturales, de información, de distribución o interpersonales. En este caso, el gerente debe asumir un rol de mediador, para reafirmar las metas del equipo.
Las mediaciones que se pueden realizar son tres:
1. Tradicional-lineal: se centra en el acuerdo y no en la transformación de la relación.2. Transformativa: es opuesto al tradicional y se basa en la búsqueda de la transformación de las relaciones.3. Circular-narrativa: se enfoca en ambos aspectos, tanto en encontrar el acuerdo como en transformar la relación de manera que el conflicto no sea repetitivo.
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Este último, en la mayoría de los casos, es el método más efectivo para ejercer la mediación en un equipo de trabajo.
Ahora, si el equipo se encuentra en etapa normativa, significa que es sólido, armónico e integrado. En este caso el líder debe asumir el rol de mejora de procesos, de manera que se trabaje para la consecución de las metas anteriores y la fijación de objetivos nuevos, el cumplimiento de las expectativas del grupo y la retroalimentación del trabajo.
Finalmente, se sabe que el equipo está en un grado de madurez de desempeño, cuando el trabajo es funcional. Aquí se debe asumir un rol de liderazgo motivador e innovador, a través del reconocimiento, para estimular el alcance de los logros.
En cualquier etapa que atraviese la empresa, se debe asumir un rol de liderazgo; sin embargo, no todas las formas de hacerlo son eficaces. Por ello, un gerente debe permanecer atento a los cambios en el comportamiento de los miembros de su grupo de trabajo para proceder de manera oportuna.
