Por Juan David Ballén Ramírez
Director Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa SCB
Siempre que se eleva el precio del “verde”, como popularmente suele denominarse al dólar, inmediatamente reavivan las propuestas y discursos encaminados a dolarizar la economía con la esperanza de encontrar una solución alterna a los problemas locales.
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Aunque a primera vista la propuesta parece interesante para solucionar la preocupación sobre los movimientos de la divisa, se debe tener en cuenta que en la práctica no es del todo viable y podría acarrear conflictos más profundos en los mercados y la economía.
Durante siglos los países han luchado por su independencia, y perder su moneda iría en contra de ella; en ese orden, ser dueño de su propia moneda, aunque no siempre muy valorada, tiene muchas ventajas, entre las que destaco las siguientes.
Primero, contar con una válvula de escape para accionar en los momentos de crisis. Por ejemplo, cuando desciende el petróleo aumenta el dólar y así se modera el impacto que tendría una potencial reducción de nuestras exportaciones.
Segundo, contar con herramientas para controlar la inflación. Aunque en la teoría la inflación es más baja en los países dolarizados, cabe resaltar que los choques de oferta, la desglobalización y guerras comerciales, entre otros, afectan notablemente el precio de bienes y servicios de todos los países por igual, hecho que estamos viviendo en la actualidad. Mientras la inflación en Colombia asciende al 9,6% en estos momentos, en EEUU lo está haciendo hasta el 8,6% (¿Qué es la Inflación y Cómo Impacta a los Sectores de la Economía?).
Tercero, tener un banco central que cuide y tome decisiones de política monetaria de acuerdo con las necesidades de nuestro país. Al perder el control sobre la moneda, perderíamos el dominio sobre las tasas de interés, ya que estas se encuentran a cargo de la Reserva Federal, entidad que actuará de acuerdo con los intereses y necesidades de EEUU.
En este punto, vale la pena resaltar que varios de los gerentes que ha tenido nuestro banco central, el Banco de la República, por varios años han sido reconocidos como los mejores banqueros centrales de la región gracias a la forma en que han actuado cuando el país los ha necesitado.
Es preferible que el país continúe en la búsqueda del camino que le permita producir, crecer, atraer inversión y diversificar su producción hacia el exterior, ya que de esta forma se puede lograr no solo una moderación en la volatilidad de la tasa de cambio ante un mayor ingreso de dólares hacia Colombia, sino un crecimiento económico mucho más elevado y estable, aumentar el empleo y reducir la pobreza. Es bien sabido por muchos economistas que, varias de las naciones que han decidido dolarizar por las buenas sus economías, aunque ya no se preocupan por el nivel de la tasa de cambio, continúan con los problemas económicos y sociales de fondo, así mismo aquellas que se han dolarizado espontáneamente por fuerza mayor, difícilmente recuperarían la confianza inversionista al haber perdido la credibilidad en el manejo de la política monetaria.
Por último, es prioritario invertir más tiempo y recursos en educación financiera que permita al sector empresarial conocer productos que le ayuden a mitigar los riesgos cambiarios, así mismo, a las personas naturales a manejar de una forma más eficiente sus recursos invirtiendo parte de su patrimonio en activos financieros denominados en moneda extranjera.
Juan David Ballén Ramírez
Director Análisis y Estrategia de Casa de Bolsa SCB