El consumo de energía del Bitcoin es uno de los temas más discutidos en la actualidad, especialmente por su impacto ambiental y su comparación con el consumo de países enteros. Se estima que la minería de Bitcoin utiliza alrededor de 121,36 teravatios-hora (TWh) de electricidad al año, una cantidad que supera el consumo energético de varios países. Según el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CCAF), si el Bitcoin fuera un país, estaría entre los 30 con mayor consumo energético en el mundo.
El Auge de Bitcoin y el Consumo de Energía
Con el lanzamiento de Bitcoin en 2009, se iniciaron debates sobre el uso de esta moneda digital, que muchos consideran especulativa. Sin embargo, la compra de criptomonedas ha aumentado significativamente en los últimos años. El alto precio de Bitcoin genera incentivos para que más “mineros” ingresen al mercado, lo que a su vez incrementa el consumo energético necesario para el proceso de extracción de Bitcoin.
La minería de Bitcoin se basa en un proceso de exploración de datos que utiliza algoritmos complejos para descubrir patrones dentro de grandes volúmenes de información. Este proceso requiere un consumo masivo de electricidad debido a la necesidad de operar servidores de alta potencia que no cesan de trabajar.
Comparativa del Consumo Energético de Bitcoin
El consumo de energía del Bitcoin ya supera al de países como Suiza, Finlandia y Argentina. Este enorme uso de energía se debe a la minería de Bitcoin, que implica el uso de servidores gigantescos y computadoras especializadas conectadas a la red descentralizada de criptomonedas. Los “mineros” de Bitcoin son responsables de la creación de nuevos Bitcoins y de la verificación de cada transacción realizada en la red.
Gina Pieters, profesora de economía de la Universidad de Chicago, compara el sistema con una lotería que se realiza cada 10 minutos, donde los mineros son recompensados por mantener la precisión de los registros. Los centros de procesamiento de datos de todo el mundo compiten para compilar y enviar un registro de transacciones aceptable para el sistema, junto con un número aleatorio. El primer minero en enviar el registro correcto gana el premio, que se convierte en el siguiente bloque de la cadena de bloques.
Factores que Impulsan el Consumo Energético
El aumento en el precio de Bitcoin motiva a los mineros a utilizar máquinas más potentes para resolver los complejos algoritmos necesarios, lo que incrementa el consumo de energía. Además, el software está diseñado para que la resolución del “rompecabezas” o “lotería” tome siempre 10 minutos, lo que significa que a medida que aumenta el número de mineros, el desafío se vuelve más difícil y se requiere más potencia de cálculo.
Michel Rauchs, investigador del CCAF, afirma que “el diseño de Bitcoin es el responsable de su elevado consumo energético”. Según un estudio del CCAF, aproximadamente dos tercios de la energía utilizada por la red de Bitcoin proviene de combustibles fósiles.
Futuro del Consumo Energético de Bitcoin
Aunque algunos analistas prevén que la minería de Bitcoin terminará en unos años debido al diseño del sistema, que limita la cantidad de códigos matemáticos que se pueden resolver, el creciente precio de Bitcoin podría seguir impulsando el consumo de energía. Actualmente, el proceso está completado en un 88%, lo que significa que cada vez es más difícil seguir minando. (Consultar: ¿Habrá un final para las criptomonedas?)