El desarrollo de las operaciones de una compañía implica llevar a cabo una serie de actividades agrupadas en cuatro áreas clave: mercadeo, producción, talento humano y finanzas. El éxito de una empresa se basa en que cada una de estas áreas alcance sus objetivos, lo cual determina la función empresarial.
Áreas Clave y sus Objetivos
Mercadeo
El objetivo principal del mercadeo es satisfacer las necesidades de los clientes y consumidores, superando sus expectativas. Los atributos de satisfacción de los clientes se relacionan con aspectos como precio, calidad, desempeño y servicio, entre otros.
Producción
La producción se enfoca en producir cantidades óptimas en condiciones de eficiencia y eficacia, con la máxima calidad, al mínimo costo y en el momento oportuno. La productividad es un factor determinante y combina estos aspectos para alcanzar los objetivos de producción.
Talento Humano
El objetivo del talento humano es crear condiciones organizacionales que permitan a los empleados satisfacer sus necesidades. Los atributos de satisfacción en esta área incluyen estabilidad, clima organizacional, compensación, reconocimiento, capacitación y recreación.
Finanzas
El objetivo principal de las finanzas es conocido como el “objetivo básico financiero”, que implica no solo la reducción de costos y gastos, sino también la generación de ingresos y la eficiencia en el uso de recursos. Es importante destacar que la maximización de utilidades no garantiza la permanencia y el crecimiento de la compañía. La obtención de utilidades debe ser una estrategia planificada a largo plazo, que puede implicar el sacrificio de utilidades en el corto plazo para asegurar la permanencia y el crecimiento empresarial.
Maximización del Valor Empresarial
La función principal de una empresa es la maximización de la riqueza para el propietario, o en otras palabras, la maximización del valor empresarial. Esto se logra mediante el cumplimiento de los objetivos de mercadeo, producción, talento humano y finanzas. La maximización del valor empresarial se evidencia cuando existen empleados satisfechos que garantizan la producción de productos de alta calidad, lo que a su vez mantiene a los clientes satisfechos y leales.
Conclusión
La función empresarial es integral y depende del éxito en cada una de las áreas clave: mercadeo, producción, talento humano y finanzas. Una estrategia bien planificada que enfoque estos aspectos de manera equilibrada asegura no solo la maximización del valor empresarial, sino también la sostenibilidad y el crecimiento a largo plazo.