Muchas investigaciones se han realizado para responder a la pregunta de ¿cómo se apropia el cerebro del conocimiento? Desde la teoría del aprendizaje de Pavlov, hasta el reciente estudio publicado por el científico Alfredo Kirkwood, investigador de Johns Hopkins University, en el que expone los procesos cerebrales activos cuando adquirimos un conocimiento.
Fuente imagen: shutterstock
Si bien en la actualidad cuando se habla de conocimiento se hace referencia primordialmente a procesar información, elaborar conceptos, formar creencias o crear nueva información a partir de otra, el concepto es mucho más amplio, pues el cerebro no conoce ni las cosas, ni el cuerpo, por lo cual el proceso parte de reconocer tales representaciones para procesar información más compleja.
Este proceso de aprendizaje consta de tres pasos:
1. En primer lugar, el cerebro recibe información desde los sentidos: oído, olfato, gusto, vista y tacto a través de los nervios craneales y la médula espinal. 2. En segundo lugar, esta información se procesa en la corteza cerebral, convirtiéndose en diversas representaciones elaboradas de acuerdo con el tipo de información. Dependiendo del sentido que transmitió el estímulo, se procesa en diferentes partes del cerebro. Por ejemplo, la información visual se procesa en las zonas occipitales o posteriores de ambos hemisferios, la auditiva en las zonas temporales, las olfativas en las orbitofrontales, la gustativa en las zonas parietales y el tacto (como la presión, la temperatura y el dolor) en las cortezas somatosensoriales.3. Finalmente, dependiendo de la complejidad de la respuesta del cerebro, el procesamiento se distribuye desde las cisuras de Rolando (mitad de la cabeza) hacia adelante en un orden creciente de mayor complejidad.
De forma experimental, los científicos de la Universidad de John Hopkins aislaron las células de la corteza visual de un ratón de laboratorio, estimulando la prolongación de las neuronas especializadas en conducir el impulso nervioso del animal, lo que causó una respuesta en otra célula. Repitieron esta acción varias veces y observaron la respuesta sináptica entre dos células, creando un rastro de legibilidad. Por último, cuando aplicaron neuromoduladores, simulando la llegada de una recompensa, se generó una respuesta de las células, demostrando que habían aprendido.
Esta teoría confirmaría que el aprendizaje mediante recompensas tendría un mejor efecto y podría aplicarse en las metodologías de las instituciones educativas. Además, el cerebro tiene como función básica adquirir conocimiento, lo cual nos permite desarrollar ciencias y tecnologías para dominar el medio en que vivimos. En términos más básicos, el cerebro forma representaciones del entorno y proporciona las respuestas en diversas circunstancias de la vida.
También puede ser de interés:
Cómo Influye la Comida en la Toma de Decisiones
¿Podrán los Seres Humanos Ser Inmortales Gracias a la Tecnología?