A pesar de que el último mes de 2016 inició con un clima tenso en Europa como resultado de la aversión al riesgo generada por el referendo realizado en Italia, su impacto sobre los mercados mundiales fue mínimo. Ante este escenario, los grandes protagonistas del mes fueron los bancos centrales y los países productores de petróleo (OPEP y No OPEP), dirigiendo a los inversionistas hacia los activos de riesgo.
Fuente: Pixabay
Tal como se esperaba con la reciente elección de Donald Trump como presidente de los Estados Unidos, el mejor comportamiento de la economía estadounidense y la recuperación del mercado laboral, la FED decidió incrementar, por primera vez en el 2016, su tasa de política en 25 pbs. De esta forma, el banco central norteamericano exhibe una postura monetaria muy opuesta a la del europeo (BCE) y a la del Banco de Japón, los cuales conservan sus posturas extra expansivas.
Sin embargo, a pesar de esta situación protagonizada por el G-3, el acuerdo entre países petroleros dictó el camino del dólar, debido a la migración de los inversionistas al commodity. Cabe recordar que el acuerdo que se logró a inicios de diciembre entre la Opep y algunos países productores no-Opep fortaleció la tendencia alcista en el precio del petróleo, ya que se pactó un recorte conjunto de 558 mil barriles día (mbd), siendo Rusia el principal aportante, con un recorte de 300 mbd. Otros países que participaron en el acuerdo fueron Brunei, Malasia, México, Omán y Azerbaiyán. Así, los precios de las referencias de crudo WTI y Brent incrementaron 4.04% y 4.23%, cerrando en año en USD$53.82/barril y USD$56.13/barril, respectivamente.
En el ámbito nacional, la desaceleración económica continúa siendo la mayor preocupación de las entidades gubernamentales. Tras lograr una importante reducción de la inflación por medio de una marcada política monetaria contractiva, el Banco de la República decidió sorpresivamente reducir su tasa de intervención en 25 pbs, buscando domar su anterior política contraccionista, con el fin de estimular el dinamismo económico ante la desaceleración que exhibe la economía colombiana.
Según el ISE del DANE, en octubre la actividad real se contrajo 0,1% frente a octubre de 2015, periodo en el que el indicador registró un crecimiento de 3,3%. Este resultado reafirma la desaceleración que experimenta la economía colombiana, resaltando que, en lo corrido del año, la economía ha registrado una expansión de 1,5%, lo cual representa una disminución de 1,4 pbs respecto al mismo mes del año pasado (2,9% a octubre de 2015). De acuerdo con las cifras del DANE, esta coyuntura se obtiene como consecuencia del bajo desempeño de sectores como minería, electricidad, gas y agua, y más recientemente industria y comercio. De igual forma, el impacto de la inflación sobre el consumo privado y el menor nivel de inversión han calado en el dinamismo de la economía colombiana.
La variable de consumo privado genera alertas para el 2017 debido a la incidencia de los cambios en el estatuto tributario sobre la demanda y los precios. El incremento general en el IVA y los ajustes realizados al régimen de renta para personas naturales se transforma en los principales limitantes de la recuperación del consumo privado.
Para suscribirse y recibir diariamente la actualidad informativa del sector de su interés, contáctenos.