No se tiene claridad del por qué la devaluación de la moneda china. El Banco Central del país asiático afirma que es una política para ajustar la moneda a las fuerzas del mercado, pero a nivel mundial se sospecha que tras este movimiento se encuentra incluido un impulso al sector exportador chino. Así que la duda está, en si se enfrenta una jugada de mercado, o tan solo es un requerimiento del Fondo Monetario Internacional.
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Un gran objetivo del Gobierno Chino es que el Fondo Monetario Internacional (FMI) incluya la moneda local en la canasta que determina el valor de los Derechos Especiales de Giro (DEG), cartera de monedas fuertes que son utilizadas frecuentemente en el comercio y en las finanzas, lo cual brindaría reconocimiento al yuan como un activo de reservas internacionales (Ver: China Busca Mayor Posicionamiento de su Moneda). Para la consecución de este objetivo, el FMI solicita que la moneda del país asiático sea convertible en el mercado internacional, por lo tanto, el Banco Central Chino asegura que la devaluación en la que ha incurrido su moneda hace parte de medidas para alcanzar este objetivo, logrando que el mercado obtenga mayor importancia al momento de determinar el tipo de cambio del yuan en un futuro.
A pesar que el emisor chino rechaza la hipótesis de que dicha medida se realizó con el fin de dar impulso al sector exportador local, pues el crecimiento de la economía china no ha sido el esperado, las sospechas que se tiene sobre ello son altas. Esto ha ocasionado temor sobre el inicio de una posible “guerra de divisas” en la región asiática y ha repercutido fuertemente en los diferentes mercados de valores a nivel mundial, llevando a la caída de índices bursátiles de todo tipo. Adicionalmente, el impacto sobre las economías emergentes ha sido alto; la devaluación del yuan ha contribuido a que la moneda de varios países alcance mínimos históricos, como ha sucedido con Colombia y Turquía.
El caso colombiano es grave. Según el Banco de la República, durante los últimos 12 meses el peso colombiano se ha depreciado un 59.34% y en lo corrido del 2015 un 25.53%. Además, la constante caída en el precio del petróleo, las expectativas de un aumento de tasas por parte de la Reserva Federal Estadounidense, la primera desde 2006, y los bruscos movimientos que ha experimentado el yuan, han causado un desplome del peso local del 2.02% en la última semana.
Por otra parte, la economía turca ha sido otra gran afectada, pues la Lira, su moneda, se devaluó un 3.95%, siendo el valor más alto entre todos los países.
Las principales monedas asiáticas también cayeron debido a la preocupación existente por un yuan débil, pues esto conllevaría a los demás integrantes de la región a devaluar sus propias monedas para ser competentes con los productos chinos. Muestra de ello son el ringgit malasio y la rupia indonesia que cayeron un 2.66% y 1.40% respectivamente, niveles no alcanzados desde 1998, el año de la crisis financiera asiática. En la misma región, Tailandia, Singapur, Corea del Sur, Taiwán e India se han visto afectados por la política económica china, de forma tal que la moneda de cada uno de estos países ha sufrido caídas en el mercado.
En Europa, los mayores perjudicados han sido Turquía y Rusia, donde el rublo experimentó un debacle cercano al 2.3% en la relación con el dólar, mientras que en el continente africano, el rand sudafricano cayó al nivel más bajo desde el 2001. En Suramérica, además de Colombia, Brasil, Chile, Argentina y Perú poseen grandes relaciones comerciales con el país asiático, el cual en el transcurso del presente año ha reducido sus importaciones, afectando ampliamente los sectores exportadores de dichos países causando que sus monedas tengan una mayor pérdida de valor en el mercado (Ver: Devaluación, Sector Exportador, Productividad y Competitividad ). El caso Argentino podría ser más difícil ya que China es el segundo socio comercial detrás de Brasil y su moneda tiene un gran atraso cambiario, llevando su pérdida de competitividad a un nivel más complejo.
Brasil ha sido el único país latinoamericano que ha logrado sacar un poco de provecho a la devaluación china. Los retornos que ha presentado el Real brasileño se explican debido a que la moneda ha perdido un 30% de valor frente al dólar en el presente año, lo que permite que pueda obtener un mínimo beneficio de la situación del yuan. Al igual que el país sudamericano, tanto Hungría como Polonia han resultado ganadores en dicho escenario, pues su escasa relación con China los ha protegido de un impacto negativo.
Diferentes analistas consideran que el yuan se encuentra infravalorado y con las diferentes políticas que determine el Banco Central Chino respecto a la liberalización de su moneda ante las fuerzas de mercado, este enfrentará un proceso de apreciación paulatina para así conseguir el anhelado objetivo: el yuan como un activo de reservas internacional. Por lo tanto, solo quedará esperar que los diferentes impactos negativos sean momentáneos y predecesores de un nuevo rumbo en las relaciones comerciales con China.