El año pasado el agro colombiano se vio afectado por fenómenos climáticos como El Niño y el paro de transportadores. Este año, con los problemas que ha venido presentando el sector de la construcción, la locomotora económica planteada inicialmente por el actual gobierno, la esperanza de la economía se trasladó al sector agrícola, que en medio de la coyuntura económica mundial y nacional sigue presentando signos positivos, pero no acordes a lo esperado por el gobierno.
Las fuertes lluvias no paran de golpear al sector, nuevamente de dos formas. La primera, que es de impacto directo, a través de la inundación de cultivos, pérdidas de producción y posterior rezago en las siembras. La segunda, de impacto indirecto, tiene que ver con la destrucción de la infraestructura de transporte, lo cual dificulta el acceso a los insumos y la extracción de los productos. Pese a que en todo el país los impactos han sido diversos, se destacan los casos del Valle del Cauca y Huila, donde las crecientes de los afluentes Riofrío y Ríoneiva causaron daños en puentes y cultivos agrícolas de los municipios de la Rivera, Algeciras y Campoalegre.
El cierre del puerto de Buenaventura afectó negativamente el desempeño del sector, a raíz del paro se restringió el transporte de mercancías tanto de ingreso como de salida del puerto. Teniendo en cuenta que por allí se mueve la mayor parte de la mercancía nacional, y que la mayoría de los agroquímicos utilizados en las siembras del país son importados, se observó una ralentización en las actividades del agro.
La caída de la tasa de cambio desincentivó las exportaciones e impulsó la caída del sector. Por ejemplo, el subsector de los frutos comestibles, agrios y melones, el cacao y sus preparaciones, los cereales y las plantas vivas y demás productos de floricultura, presentaron descensos en su valor exportado.
Finalmente, para mejorar el desempeño del sector, varias políticas gubernamentales en busca de potencializar el agro siguen su camino. Destacan entre ellas la excepción arancelaria a 0% por 2 años a 15 subpartidas correspondientes a maquinaria amarilla agrícola que se vaya a importar. Así mismo, la continuidad de la campaña llamada Agro Exporta, que apoya a los productores locales en la promoción internacional de sus productos. A nivel de producción, siguen los proyectos Colombia Siembra y la ampliación de la ejecución de la Ley Zidres. Asociado a lo anterior, se espera que continúen en algunos casos y que se inicie, en otros, los procesos de sustitución de cultivos ilícitos, en cuyo caso el cacao espera su turno, sin ser la única posibilidad. Queda esperar, que el fenómeno de El Niño no aumente sus probabilidades de ocurrencia para el segundo semestre de 2017, lo cual impactaría fuerte y negativamente al sector agrícola.
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