Durante muchos años fue un secreto a voces los movimientos ilícitos que hacía la Federación de Fútbol Internacional Asociado (FIFA) pero sólo hasta hace poco estos hechos fueron llevados a los tribunales de los Estados Unidos, causando la captura de varios directivos e incluso la tan esperada renuncia de su presidente Joseph Blatter, quien perteneció al órgano por más de 23 años.
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La justicia de EE.UU anunció la imputación de nueve directivos de la FIFA y cinco empleados del organismo por conspiración y corrupción, y además la investigación que según ellos, “se extiende al menos a lo largo de dos generaciones de directivos del fútbol”. Los cargos se basan en sospechas por haber abusado de sus posiciones para hacerse con millones de dólares en sobornos y retrocomisiones, como lo indicó en un comunicado la secretaria de Justicia, Loretta Lynch.
Los cargos que la justicia estadounidense presenta contra los dirigentes de la organización giran en torno a la “corrupción generalizada durante las dos últimas décadas”, en relación a las adjudicaciones de sedes para la Copa Mundial y a los acuerdos de mercadotecnia y derechos de explotación televisiva.
Pero según las denuncias, la corrupción no hubiera sido posible sin la complicidad bancaria, especialmente de bancos estadounidenses, fue así como lo manifestó la organización Jubilee USA, un grupo de asociaciones que luchan contra la pobreza y la opacidad financiera. Según el director de este grupo, Eric LeCompte, “este grado de corrupción solo fue posible con la complicidad del sistema bancario internacional”.
De acuerdo a la ONG, 26 bancos son mencionados en el acta de acusación, entre los que se destacan JPMorgan, Chase y Citigroup, que según la denuncia permitieron a estos fondos “circular” en el sistema financiero estadounidense. “Hay solo un caso en el que un banco rechazó una operación que consideró sospechosa”, indicó Jubilee USA en su comunicado, afirmando que el acta de acusación subraya cómo es “protegida” la corrupción por parte de las instituciones financieras estadounidenses.
Hasta ahora ninguna entidad estadounidense ha sido acusada o cuestionada por la justicia de ese país, pero pone en duda el papel que hayan jugado en otros grandes casos de corrupción y de operaciones sospechosas.
Por ahora, las investigaciones analizan si alguna de las entidades bancarias mencionadas deberá enfrentar la justicia. Jubilee USA, indicó además en el comunicado que una parte de los sobornos terminaron en sociedades de papel anónimas, que son una especialidad de algunos estados de Estados Unidos como Delaware.
Hasta ahora, el único banco que ha aceptado hacer declaraciones es el Citigroup, quien aseguró que “coopera con el Departamento de Justicia (estadounidense) en el marco de la investigación”. JPMorgan rechazó realizar comentarios.
La justicia estadounidense tendrá que evaluar la intervención en el caso que ensucia a las entidades bancarias del país norteamericano, pues para varios expertos, el interés en destapar la “olla podrida” de la FIFA, radica principalmente en evitar que el Mundial de Fútbol se realice en Rusia, no en esclarecer años de jugadas corruptas.
