El mercado de materias primas ha sido testigo de un incremento notable en los precios, destacando el cobre y el oro.
A pesar de su tradicional papel como activo refugio, el oro ha experimentado un resurgimiento significativo en su valor, impulsado por la creciente demanda y la percepción de una oferta limitada.
En los últimos meses, el mercado de materias primas ha sido testigo de un fenómeno notable: un aumento generalizado en los precios, especialmente en activos como el cobre y el oro. Este último, en particular, ha alcanzado recientemente un hito histórico al superar los 2.400 dólares por onza. Este aumento ha llevado a algunos expertos a hablar de un “repunte de las materias primas”.
Una de las principales razones detrás de este aumento en los precios es el incremento en la demanda, combinado con noticias que sugieren una oferta limitada. La tendencia se observa tanto en el oro como en otras materias primas como el petróleo. Sin embargo, lo que sorprende a muchos es el repunte del metal, que tradicionalmente ha sido un refugio seguro para los inversores en tiempos de crisis.
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Un activo refugio es un tipo de inversión que las personas buscan durante períodos de incertidumbre económica o volatilidad en los mercados financieros. Estos activos, como el oro o bonos del gobierno, tienden a mantener o aumentar su valor cuando otros activos más riesgosos, como las acciones, experimentan caídas significativas. Los inversionistas recurren a estos activos para preservar su capital y minimizar el riesgo de pérdidas durante tiempos turbulentos, ya que se perciben como seguros y estables en comparación con otras opciones de inversión.
El aumento en el precio del oro está relacionado con el interés mostrado por varios bancos centrales, incluyendo China, Polonia, República Checa, India, Singapur y Libia, en la compra masiva de oro lo que ha contribuido a este incremento. Este comportamiento refleja la percepción del oro como un depósito de valor a largo plazo y un refugio seguro en momentos de incertidumbre económica y geopolítica.
Esta tendencia, destinada a diversificar las reservas de divisas y reducir la dependencia del dólar estadounidense, ha marcado un ritmo acelerado durante los últimos 13 años. El Consejo Mundial del Oro (WGC) informa que la demanda total de oro por parte de los bancos centrales en 2022 y 2023 superó todos los totales anuales desde 1967, alcanzando las 673 toneladas. Aunque Estados Unidos sigue siendo el mayor poseedor de oro con 8.133 toneladas, Rusia y China han surgido como los principales compradores en las últimas décadas. Por otro lado, siete de los principales países con reservas de oro también se encuentran entre las diez economías más grandes del mundo, destacando nombres como Alemania, Italia y Francia en Europa, mientras que Rusia y China lideran en el ámbito geopolítico.
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Desde una perspectiva macroeconómica, factores como la posibilidad de recortes en las tasas de interés por parte de la Reserva Federal y el Banco Central Europeo también han impulsado el valor del oro. Se espera que estos recortes comiencen posiblemente a mediados de este año, lo que aumenta el atractivo de los lingotes como una inversión libre de rendimiento en un entorno de tipos de interés más bajos.
Además de los factores económicos, el conflicto palestino-israelí y la escalada de tensiones geopolíticas han contribuido al aumento del precio del oro. Desde el ataque de Hamás en octubre, el precio del oro ha aumentado un 15%. Asimismo, la continua incertidumbre económica y política a nivel mundial ha reafirmado el estatus del oro como un activo refugio en momentos de volatilidad en los mercados.
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Mirando hacia el futuro, las perspectivas para el oro siguen siendo optimistas. Citigroup pronostica que el precio del oro alcanzará los 3.000 dólares por onza en los próximos seis a 18 meses, respaldado por una creciente demanda de inversores y las expectativas de recortes en las tasas de interés. Esta predicción se suma a la visión alcista de otras instituciones financieras, como Goldman Sachs y UBS, que también han elevado sus estimaciones de precios para el oro.
De lo anterior, el repunte histórico del oro refleja una combinación de factores, desde la demanda incrementada hasta las tensiones geopolíticas y las expectativas de políticas monetarias de la principales economías. Con la incertidumbre económica y política persistente, el oro continúa siendo un refugio seguro y una opción atractiva para los inversores en busca de estabilidad y preservación de valor en sus carteras.