Un País Enfrentando una Crisis Demográfica
Japón, conocido como el país del sol naciente, ha estado lidiando durante las últimas dos décadas con un envejecimiento extremo de su población y una tasa de natalidad en descenso. Este escenario plantea serios desafíos para la sostenibilidad del país, afectando no solo el ámbito social, sino también el económico y político.
El Envejecimiento Extremo de la Población Japonesa
Japón ostenta el título del país con mayor proporción de personas mayores en el mundo. Actualmente, cerca del 25% de su población tiene más de 65 años, lo que representa un envejecimiento extremo. Se espera que esta cifra aumente, alcanzando los 37.41 millones de personas mayores en 2035 y un índice de envejecimiento del 40% para 2060.
La Alarma por la Baja Tasa de Natalidad
El descenso en los nacimientos es una preocupación significativa para el gobierno japonés. En 2013, el número de muertes superó al de nacimientos, con 1,275,000 muertes frente a 1,031,000 nacimientos. Las proyecciones indican que la población joven podría reducirse en un tercio para 2035.
Factores Contribuyentes a la Crisis Demográfica
Diversos estudios demográficos en Japón han identificado múltiples factores que contribuyen a la baja tasa de natalidad y la reducción de la población joven. Las mujeres, con mayores oportunidades laborales y académicas, tienden a posponer el matrimonio y la maternidad. Además, la cultura y la concepción de la familia en Japón difieren significativamente de otras regiones, como Latinoamérica.
Cada vez más parejas deciden no casarse ni tener hijos. En 2013, solo se registraron 663,000 matrimonios, una cifra que ha estado disminuyendo en los últimos años.
Impacto Económico del Envejecimiento de la Población
Actualmente, la economía japonesa es la tercera más fuerte del mundo por PIB, basada en productos manufacturados, tecnología e industria vehicular. Sin embargo, una reducción en la población afectará el crecimiento económico a mediano y largo plazo.
La disminución de la población resultará en una pérdida de fuerza laboral, tanto en mano de obra como en capacidad intelectual. Un menor número de personas también significa una caída en el consumo interno, afectando la productividad empresarial y el empleo. Las finanzas públicas sufrirán, especialmente en el ámbito de las pensiones.
Para enfrentar estos desafíos, el gobierno japonés ha incrementado el impuesto sobre el consumo del 5% al 8%, con planes de aumentarlo al 10% para financiar el sistema de seguridad social. Según un estudio del diario Nikkei, si la tendencia demográfica continúa, la economía japonesa podría experimentar una reducción en el PIB del 0.9% entre 2031 y 2060.
Fuente: CIA World Factbook
Medidas para Enfrentar la Crisis Demográfica
El gobierno japonés tiene varias opciones para intentar revertir la baja tasa de natalidad y mitigar los efectos de la reducción de la población. Estas medidas incluyen:
- Mejora de Centros Infantiles y Guarderías: Facilitar el acceso a servicios de cuidado infantil para apoyar a las familias trabajadoras.
- Eliminación de la Discriminación de la Mujer: Promover la igualdad de género en todos los campos de la sociedad.
- Incentivos para el Matrimonio y la Familia: Fomentar el matrimonio y la formación de familias mediante incentivos y políticas favorables.
- Reproducción Asistida: Utilizar la ciencia y la tecnología para apoyar a las parejas que desean tener hijos.
Si estas medidas no son suficientes, Japón podría necesitar facilitar la inmigración para evitar una reducción significativa de su población.
Conclusión
El envejecimiento de la población y la baja tasa de natalidad en Japón son problemas serios que requieren atención urgente. Implementar políticas efectivas para aumentar la tasa de nacimientos y apoyar a la población en envejecimiento es crucial para asegurar un futuro sostenible para el país.
Ricardo Gómez Londoño
Ingeniero Financiero