Pedirle a alguien que se retire de su trabajo es una de las funciones más desagradables en el rol de líder empresarial. Sin embargo, esta situación hace parte del liderazgo y saberlo hacer es esencial para el desarrollo de su compañía y de la persona que debe marcharse. Teniendo en cuenta esto, a continuación relacionamos errores que se han cometido y que no deben hacer parte del proceso de despido de un empleado.
www.sxc.hu Autor: bizior
Esperar Demasiado para Hacerlo
Como líder se busca entregar a los empleados la posibilidad de crecer. Esto es un instinto natural que permite olvidar los errores que los miembros del equipo de trabajo cometen. Recurrentemente el jefe otorga nuevas oportunidades que permitan a las personas a su cargo superar las situaciones negativas y obtener éxito en su rol laboral.
Si bien el acompañamiento es esencial, hay ocasiones en que las personas simplemente no encajan en la cultura organizacional y en este escenario acompañarlos no servirá de nada. El líder sabe cuando esto ocurre. Personas con constante falta de motivación, a quienes ningún plan de estímulo les sirve, todo les da lo mismo, aquellas en que pedirle que se queden hasta tarde o lleguen más temprano a la oficina es tortuoso, cuando se les habla no prestan atención, e incluso en las mañanas ni saludan; son algunas de las señales que muestran que es momento de pedirle que se marche de la empresa.
Una de las funciones como líder radica en identificar a que personas usted puede ayudarles para que corrijan sus errores o si por el contrario este miembro del equipo puede dañar la cultura de su organización. Mantener empleados que no encajan con la misión de la empresa no solamente afectará su negocio, también perjudicará el desarrollo profesional de la persona.
No Realizar Evaluaciones de Desempeño
Cuando los empleados cometen errores, normalmente hay mayor posibilidad de enmendarlos a que esto estropeé el desarrollo de la empresa. Uno de los puntos clave es hacerles ver la falla e identificar conjuntamente el plan de acción para que no vuelva a ocurrir. Realizar evaluaciones de desempeño le permite al miembro del equipo contar con el tiempo apropiado para poder reparar la situación.
Otro de los problemas que se tiene al no realizar evaluaciones de desempeño radican en el momento en que usted decide despedir a su empleado, naturalmente a él lo tomará por sorpresa y la pregunta que le realizará cuando se presenten las razones de su retiro es “¿por qué no me lo dijiste antes?, tal vez sería consciente de la situación y lo podría enmendar”.
*Artículo desarrollado con información de Inc.