El término “reduflación” viene de mezclar las palabras reducción e inflación, este fenómeno se aplica en tiempos de estanflación, lo que se conoce como un aumento sostenido y prolongado en los precios en el momento en que la economía se estanca. Es ahí cuando surge la necesidad en los productores y distribuidores, ya sea de subir los precios o de reducir el tamaño o la cantidad de los productos. La reduflación se aplica entonces con el fin de “camuflar” las subidas de los precios, suponiendo que el consumidor prefiere un producto con menor cantidad que pagarlo más caro.
Esta práctica es muy antigua y se viene aplicando en todos los países que se ven afectados por la alta inflación. Es considerada como una práctica legal siempre y cuando se refleje en la etiqueta la cantidad envasada que el consumidor está adquiriendo. En Colombia, la Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco), asegura que en el país existe la obligación de informarle a los comerciantes sobre cambios en los precios con base en el peso y gramaje.
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Los principales productos en los que sucede este fenómeno son los alimentos envasados, paquetes de frituras, dulces y chocolates, en las galletas, los lácteos, en las legumbres, por ejemplo, disminuyen la cantidad de gramos y pasa desapercibido para el consumidor, pero sobre todo ocurre en aquellos productos con sensibilidad alta al consumidor, es decir, aquellos en los que por una pequeña variación en los precios se generan grandes variaciones en la cantidad demandada, influyendo en la decisión de compra.
Muchas empresas están optando por la reduflación, por ejemplo, Frito Lay, desde hace meses introduce cinco doritos menos en cada bolsa. Unilever en Estados Unidos ha reducido el contenido de las botellas de geles de baño Dove, otros fabricantes realizan cambios en los envases para reducir la cantidad del producto. Esta estrategia también se extiende a los servicios, cadenas como Hilton y Marriott ofrecen el servicio de la limpieza diaria de las habitaciones como “opcional” de manera que los huéspedes no obtienen el servicio a menos que lo soliciten.