La industria petrolera del país presentó una reducción en la producción de crudo en los primeros cuatro meses del 2020 producto de la disminución del consumo global de crudo por las restricciones de movilidad en las diferentes economías a raíz de la pandemia del coronavirus. Actualmente enfrenta retos en su recuperación y la posibilidad de desarrollar el fracking.
Las perspectivas de la actividad rondan en el desarrollo de los yacimientos no convencionales, con el cual aumentarían las reservas de crudo a 22 años y donde se presenta una oportunidad para el país, dado que no solo permitiría aumentar las existencias de crudo, sino que sería una fuente importante de recursos, en adición el Producto Interno Bruto del sector aumentaría en 10% en los próximos años.