El gobierno ha decidido no renovar el Acuerdo de Complementación Económica número 72 (ACE 72) con Brasil, que permitía la importación libre de aranceles de vehículos brasileños. Esta medida, efectiva en 12 meses, busca fortalecer la industria automotriz local, pero podría aumentar los precios de los vehículos brasileños hasta un 30,0%, reduciendo su demanda.
El sector automotriz está preocupado, ya que marcas como Toyota y Renault podrían enfrentar mayores costos y una posible disminución en las ventas. La Federación Nacional de Comerciantes (Fenalco) y la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible (Andemos) critican la falta de diálogo con Brasil y presentan incertidumbre sobre represalias comerciales. La medida podría agravar la situación de la industria local, que ya enfrenta una baja en ventas y cierre de plantas, y podría limitar el acceso a vehículos adecuados y asequibles.