Recientemente Apple lanzó un nuevo producto, se trata del Apple Watch, un reloj de la prestigiosa marca, antes llamado iWatch. El dispositivo inteligente apunta a ser el accesorio insignia de la marca, más que el iPhone y resulta ser, por su precio y herramientas, un reloj de lujo.
Steve Jobscommons.wikimedia.org Autor: bot
Varios analistas de tecnología han coincidido en decir que el nuevo Apple Watch no es un producto de masas, es más, es un producto que muy pocas personas tiene la capacidad de adquirir. 400 dólares por la versión deportiva de hombre, pero a medida en que se van escalando ediciones, cambiando correas y adquiriendo gadgets, el precio va aumentando significativamente hasta alcanzar los 17.000 dólares. Y es que Apple Watch además de ofrecer un producto, también ofrece exclusividad, que como muchos saben, vale lo que las personas estén dispuestas a pagar, pero teniendo como primera medida un producto de calidad.
Sin embargo, el Apple Watch ha sido abiertamente criticado por las carencias que tiene como reloj. Aunque para muchos su diseño pasa el examen, el hecho de que sólo tenga batería por 18 horas y de que no se pueda sumergir bajo el agua, lo convierte en un producto delicado, de lujo y costoso, más que tecnológico y funcional, cualidades con las que se ha reconocido la marca durante años.
El Apple Watch no es el primer reloj inteligente que llega al mercado y entrará a competir con otros modelos existentes. Es por esto que este accesorio llega como una opción que pondrá a tambalear el segmento de los smartwatch, pero se supone que con las caracterizaciones que el gigante de la manzana siempre destaca en sus productos.
Uno de los detalles destacables de Apple es el diseño que ha plasmado es sus productos, que en esta ocasión no ha sido la excepción. El Apple Watch tiene una pantalla cuadrada de 38 o 42 milímetros, que se muestra diferente a la de 1,6 pulgadas habituales en el resto de los modelos que hay en el mercado y que en su inmensa mayoría utilizan sistema operativo Android.
Sin embargo, Apple llegó tarde al terreno de los relojes de pulsera inteligente, cuestionamiento que críticos de la marca han hecho sobre si el gigante de la manzana ha perdido su capacidad de innovar. Y aunque pudo haber aprendido de los errores de las empresas competidoras, hay tres principales críticas sobre el producto: no hace más de lo que puede hacer un celular, sólo se puede usar con iPhone 5 o modelo superior (no es autónomo), se tiene que recargar a diario.
Aunque en apariencia el smartwatch no tiene que envidiarle a otros existentes, por su diseño, con acabados y aspecto inmejorable; la crítica que hoy le hacen a Apple es que ha dejado un poco de lado la funcionalidad y la tecnología, para sacar un producto de lujo, con apariencia perfecta que muy pocos podrán adquirir. Y deja una sensación de cambio de rumbo de la filosofía de la marca.